Un análisis químico revela metales pesados en restos óseos de la fosa común de Sevilla y apunta al hallazgo de al menos 30 miembros de la Columna Minera de Huelva, en un estudio que supone «una novedad entodo el mundo»
La historia está en los huesos. Y no es una paradoja. Un análisis científico revela la presencia de metales pesados en restos óseos recuperados de la fosa común de Pico Reja (Sevilla) y certifica que pertenecen a 30 miembros de la Columna Minera de Huelva.
A una parte de aquellos trabajadores que querían parar el golpe fascista, hasta que una traición a las puertas de la capital de Andalucía reventó la suerte de torcer el relato.
La tierra del cementerio sevillano ya ha devuelto a 1.200 víctimas del franquismo. En dos de los grupos de víctimas, el 33 y 25, aparecen cuerpos tirados boca abajo, con tiros en la nuca y signos de ataduras. Otras personas, en ataúd, muestran mutilaciones extremas, metralla y fragmentos de granada, con el material óseo afectado por fuego y cubierto por una capa de ceniza.
Solo una explosión puede causar «tal destrozo en cuerpos humanos», plantea el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
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